DAVID MACÍAS

La marcha comienza con la llamada de las contracciones. Seguidamente, el dúo de cornetas representa el dolor de la madre gritando, para ello el autor expone a los solistas a notas tenidas y agudas (desde 00:13 a 00:27). La marcha prosigue cadenciosa combinando figuras binarias y ternarias simulando las contracciones típicas del parto y el largo proceso de dilatación (desde 00:27 a  01:05). La primera voz sigue presentando notas agudas exponiendo los diferentes gritos de la futura madre. Llega el momento en el que la armonía queda a solas (desde 01:05 a 01:32), tras esa frase la obra cambia de tonalidad de Do menor, tono de origen, a Fa menor (01:32). La voz piana se hace protagonista en esta frase. Es el momento más duro del parto (desde 01:32 a 01:49). El nuevo cambio de tono (01:49) nos traerá de vuelta a la tonalidad original recordado para ello uno de los temas principales, es el momento del nacimiento del bebe (desde 01:49 a 02:15). Ahora aparece un solista que evocará a la madre a solas con su hijo en el "piel con piel" (desde 02:15 a 02:28). A continuación un dúo donde el padre entra en escena (desde 02:28 a 02:41). El momento de conversación entre el padre y la madre queda roto por el llanto del bebe que da pie a la entrada de toda la banda en una frase a tutti donde la familia recibe al nuevo miembro (desde 02:41 a final).

Seguramente no sea mi mejor obra, pero es, sin duda, a la que más cariño le tengo por todo lo que representa, ya que el parto que narro es el de mi hija.