La importancia de bajos en las bandas de CCTT. Moda o evolución.
- David Macías Gómez
- 13 abr 2016
- 3 Min. de lectura
Mucho se dice sobre si la pureza del estilo de las bandas de cornetas y tambores se está perdiendo, y en esencia así ha sido. No es solo mi opinión, es de hecho, un dato totalmente objetivo. Pocas son las bandas que aún se aferran al primitivo género de las autenticas bandas de cornetas y tambores. Pero lo que otros ven como una moda es, bajo mi opinión, una evolución lógica y necesaria.

En ese estilo puro en el que nacieron las bandas de cornetas y tambores solo había un instrumento melódico el cual no hace toda la escala cromática, es decir, no posee en su naturaleza el poder dar todas las notas musicales. Otra cosa hubiera sido que este instrumento las hubiera dado. Estoy seguro que en ese caso la evolución hubiera sido bien distinta. Pero no es así. Los autores estaban condenados por tanto a realizar todas sus obras en la tonalidad de Fa menor. Ya que es esta tonalidad la que recoge el mayor número de notas de las pocas que puede dar este instrumento. Aún así, dentro de las notas esenciales de la escala hay una que necesitaba dar, dos si me apuran: el si bemol (tercera línea del pentagrama) y el mi bemol (cuarto espacio) si nos ponemos tiquismiquis.
Pero, ¿cuál es el bajo de una banda? Hay que tomar como bajo la voz más grave. Dentro de la armonía, y sin extenderme demasiado para no resultar pedante, hay tres acordes fundamentales: la tónica, la subdominante y la dominante. Si estamos en la tonalidad de fa menor estos acortes son: TÓNICA FA menor, construido con fa, la bemol y do; SUBDOMINANTE SI bemol menor, construido con si bemol, re bemol, fa; DOMINANTE DO mayor, construido con do, mi, sol. Dentro de un acorde, la primera nota del mismo es la nota fundamenta, de ahí que es la nota que da nombre al acorde. Pues si observan ustedes, en el acorde de SI bemol menor la corneta no puede dar la nota fundamental, por lo que este acorde siempre aparecerá invertido.
Las bandas necesitaban de una cuarta voz que pudiera hacer estas notas, y ya puestos, toda la escala cromática, y de ahí, no de una moda pasajera, surge la entrada de la cuarta voz en las bandas. Esta cuarta voz, los bajos, ha ido ganando en riqueza de timbres, lo que dota además a la banda de un color más bello, más profundo y de mayor redondez a la hora de buscar un sonido más armónico. Hoy en día encontramos trombones, bombardinos y tubas, principalmente, aunque hay bandas que apuestan por trompas, codas y otros instrumentos con el mismo carácter de voz grave o cuarta voz.
Para mi es un acierto, ya que me declaro un enamorado de los instrumentos bajos, y no concibo una banda ya sin ellos. Su función en hacer las notas fundamentales donde se construirá el acorde, nada más y nada menos, así que ya me dirán ustedes si es posible una involución para quitarlas como algunos quieren hacernos pensar. Me gusta el clásico, pero este puede formar parte de nuestro repertorio actualizándose y enriqueciéndose.
Y aunque este artículo pretende ser una aclarción a la importancia de los bajos en una banda de cornetas y tambores no podemos terminarlo sin nombrar la aparición de nuevos instrumentos (y cuando digo nuevo entiéndanme que hablo para el mundo de la bandas de cornetas y tambores) en la familia de percusión como: campanas tubulares y platos.
Estamos cambiando el aspecto de nuestras bandas, el tiempo dirá quien tenía razón.
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