La importancia de un buen calentamiento
- David Macías
- 10 may 2015
- 3 Min. de lectura
Me gustaría poder empezar este artículo diciendo “…mucho se ha escrito sobre…” pero la verdad es que no es así, o al menos yo no he sabido encontrar la información que necesitaba para llenar ese vacío que creo que hay. En cualquier caso, lo que sí sé, y lo que creo que es incuestionable, es la importancia que tiene el calentamiento en los instrumentos de viento metal.
No podemos olvidar la idiosincrasia que tienen los instrumentos de viento metal por el mero hecho de serlos. En primer lugar, son instrumentos de viento por lo que la columna de aire es pieza fundamental en ellos. En segundo lugar los instrumentos de viento metal, a diferencia de los instrumentos de viento madera, provocan la vibración en los labios del propio músico, por lo que habría que tener en cuenta el desgaste de los mismos. Y por último, al tratarse de instrumentos de metal, que absorben rápidamente la temperatura, habrá que tener en cuenta esto mismo.
En resumen, a la hora de calentar habrá que hacerlo desde estos tres prismas para que el calentamiento sea efectivo y cubra todas las necesidades que buscamos con él, ya que si recordamos cuales son los fundamentos de cualquier calentamiento serán siempre los mismos, sea cual sea la actividad que vayamos a realizar, disminuir el riesgo de lesiones y preparar a la persona física y mentalmente para la actividad que va a desarrollar a continuación.
Otro de los factores que tenemos que tener en cuenta a la hora de realizar un calentamiento es la actividad que vamos a realizar posteriormente. En el caso de los músicos, no es lo mismo dar un concierto, que realizar un desfile procesional de 10 horas o simplemente hacer un ensayo. Habrá actividades que lleven un mayor desgaste como es lógico, otras que sean más intensas. No calienta igual un maratoniano que un corredor de velocidad, y esto debemos aplicarlo en nuestra práctica diaria. Para ello yo tengo la siguiente premisa, cuanto mayor grado de exigencia tenga la actividad mayor y más concienzudo debe ser el calentamiento. No olvidando que las prisas son malas consejeras.
Lo siguiente que tenemos que tener en cuenta en nuestro calentamiento es que todos somos diferentes. Habrá parte del calentamiento que será generalizado para todos, pero de haber una parte individual. No todos tenemos las mismas características físicas y lo que es muy válido para mi puede que a ti te resulte inútil. Yo recomiendo que alguien que tiene dificultades en algún aspecto musical, como puede ser por ejemplo la flexibilidad, focalice parte de su calentamiento en eso precisamente, no olvidando nunca el resto. Habrá que dejar por lo tanto un tiempo al calentamiento individual, y otro al colectivo.

El siguiente aspecto que tenemos que tener en cuenta en nuestro calentamiento es la hora del día en el que realizaremos la actividad, este aspecto está íntimamente relacionado con el siguiente, las condiciones ambientales. Hemos dicho anteriormente, que nuestro instrumento recoge muy rápidamente los cambios de temperatura. Nos afecta mucho el frío y el calor. Nuestro calentamiento con temperaturas bajas deber ser más gradual y minucioso que cuando la temperatura es elevada. Lo mismo pasará si la actividad se realiza al mediodía o si por el contrario se trata de una actividad nocturna.
Para terminar, el último factor que tenemos que tener en cuenta a la hora de calentar y llevar con efectividad un calentamiento es el lugar donde se va a llevar a cabo la actividad. No es lo mismo realizar un concierto en un teatro que hacer un pasacalle al aire libre.
Por supuesto no quiero sentar cátedra con todo lo expuesto anteriormente, solo quiero compartir mis conocimientos y mi experiencia personal en el mundo de la música.
Lo que no podemos olvidar es que tocar un instrumento de viento metal se trata de una actividad física muy exigente y como tal debemos tomarla. En otro artículo hablaré de las lesiones y enfermedades producidas de un mal, o inexistente, calentamiento.
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